El consumidor, en su idea de llevar una vida saludable y sostenible, está cada vez más interesado en conocer lo que consume, los ingredientes de lo que compra, el origen de los alimentos...
Ante esta tendencia, el etiquetado de los productos parece estar convirtiéndose, en los últimos tiempos, en un elemento más para posicionar un producto de manera efectiva ante los consumidores.
De hecho, el 69% de ellos da mucha importancia al etiquetado de los productos alimenticios y deja que éste afecte en sus decisiones de compra, según un estudio de C+R Research.
Ante esta circunstancia y la dificultad que presenta el actual etiquetado para que el consumidor pueda reconocer con facilidad cómo están hechos los alimentos, el 'clean label' o etiqueta limpia puede ser una solución interesante para las marcas de alimentación orgánica.
Respecto al concepto de 'clean label' no hay aún una definición oficial del término, por lo que existen diferentes interpretaciones del mismo. Sin embargo, sí que es posible señalar que hace referencia a las etiquetas con información sencilla y fácil de entender, así como a productos que no contienen ingredientes artificiales y/o aditivos.
En definitiva, el 'clean label' tiene como base las listas sencillas de ingredientes, libres de términos incomprensibles, así como de ingredientes artificiales.
El clean label, atendiendo a diferentes artículos publicados ya sobre este tema, tiene varias características básicas:
- se basa en una enumeración corta de ingredientes
- en la aplicación de alternativas naturales a determinados aditivos que los usuarios rechazan como artificiales
- en el envase, que no debe contener elementos considerados como nocivos para la salud, y
- en los procesos del producto.
Y es que, los alimentos que siguen los patrones ?clean label? también deben especificar sus procesos de producción y la cadena de suministro por la que pasan. El objetivo, que el consumidor conozca en todo momento todos los aspectos relacionados con los alimentos que compra.
Ante todas estas ideas, ya hay empresas que se van adaptando a estas nuevas formas de etiquetado, tratando de garantizar los requisitos anteriormente expuestos.
Mantienen que siempre está bien que los consumidores puedan disponer de mayor información de los productos y que siempre es bien recibido que un alimento tenga una etiqueta legible y con vocación de servicio al consumidor.
Y es que, 2 de cada 3 consumidores están dispuestos a pagar más por alimentos cuyos ingredientes puedan reconocer, según un estudio Nielsen Survey: Consumer Eating Habits.
¿Cómo lo ves?
Nota: No existe regulación específica sobre el 'clean label' ni una certificación oficial, aunque sí que hay organismos que ponen de manifiesto las directrices a seguir en este ámbito, estudios acerca de los hábitos y percepciones de los consumidores y legislación europea sobre la presencia de los valores nutricionales en el etiquetado de los productos.