Eco Score es un sistema que mide la sostenibilidad de los productos. Va tomando posiciones en el mercado... El respeto por el medio ambiente se está convirtiendo en un punto fundamental en nuestras vidas.
Aunque suenen a lo mismo, Nutri Score y Eco Score son muy diferentes. Mientras Nutri Score mide lo saludable que es un producto de alimentación, Eco Score se centra en comunicar su sostenibilidad. Y es que, este sistema, que otorga a los productos alimenticios y a las comidas preparadas una puntuación con códigos de colores -del verde oscuro al rojo- y letras -de la A hasta la E-, mide su impacto medioambiental. De este modo, permite a los consumidores conocer la huella ecológica de casi cualquier producto.
Ahora bien, ¿cómo lo hace?
El etiquetado Eco Score, para llegar a las puntuaciones finales de los productos, se basa en una lista de 15 indicadores de la base de datos Agribalyse, establecida por ADEME (Agencie De La Transition Ecologique). Esta lista de indicadores se completa con un sistema de bonus / malus que tiene en cuenta factores complementarios y se obtiene una puntuación final. Algunos indicadores que se valoran son el origen ecológico de los productos, su origen geográfico, el transporte, el packaging... Cuánto mayores son los índices en estos aspectos, mejor consideración tendrá el producto final en la escala.
El sistema, desarrollado en Francia por operadores independientes de sectores como tiendas de alimentación o aplicaciones móviles, fue lanzado en este país en enero de este año. A día de hoy, podemos señalar que el etiquetado Eco Score está ganando popularidad y ya está funcionando en países como Bélgica. En este país, la distribuidora Colruyt ya ha adoptado Eco Score y lo ha implantado en los más de 2.500 productos de su marca privada (Boni Selection). Por su parte, Lidl también ha decidido apostar por este etiquetado en diversas gamas de productos a comercializar en sus supermercados de Berlín y Carrefour también está probando el sistema.
Los expertos, ante los avances detallados, aseguran que el sistema pronto va a ir llegando al resto de países de Europa y reconocen que ha calado hondo el valor de la herramienta de facilitar un consumo más consciente y sostenible, con poco impacto en el medio ambiente. ¿Funcionará en España?