Por todos es sabido la importancia de la apicultura para proteger el medioambiente mediante la acción polinizadora de las abejas. Pero los expertos llevan años alertando sobre el desplome constante de su población. Entre las causas, apuntan, el uso de plaguicidas en la actividad agraria que actúan como anticonceptivos en las abejas.
Una vez más, la agricultura ecológica vuelve a imponerse como única vía para producir alimentos respetuosa con todos los habitantes del planeta. Hoy, hablamos precisamente de la apicultura ecológica, su trascendencia, virtudes y requisitos para que la miel sea considerada como tal.
¿Y qué significa que una miel sea ecológica? Hablamos de miel ecológica cuando ha sido obtenida de las floraciones de los campos con certificación ecológica. Esta miel debe estar elaborada con néctar procedente de flores libres de pesticidas y herbicidas, y para el tratamiento de las abejas no se pueden utilizar antibióticos ni exponerse a productos químicos nocivos.
Por todo ello, la miel ecológica -también llamada orgánica o Bio- tiene un sabor superior, más intenso y con notas más acentuadas. También suele ser más espesa y opaca, reflejo de su pureza. Si la miel es cruda, conservará mejor sus propiedades que si ha sido pasteurizada. Pero sin duda la gran diferencia es su sostenibilidad.
Para conseguir la certificación como miel ecológica, siguiendo los estándares de la Unión Europea, se deberán seguir ciertos requisitos que afectan a las abejas, de razas autóctonas; a la ubicación de los colmenares; a la alimentación de las abejas; a los tratamientos veterinarios utilizados con ellas y a las características de los materiales de las colmenas, entre otros. Los vemos al detalle.
Las abejas
En la selección de razas, debe tenerse en cuenta su capacidad de adaptación a las condiciones locales, su vitalidad y su resistencia a las enfermedades. Se dará preferencia a la utilización de razas europeas de la Apis Mellifera y a sus ecotipos locales.
Características de las colmenas
Deberán estar hechas fundamentalmente con materiales naturales que no comporten riesgos de contaminación para el medio ambiente ni para los productos de la apicultura. Dentro de las colmenas sólo podrán usarse sustancias naturales, como el propóleo, la cera y los aceites vegetales, además de los productos autorizados para el tratamiento de las enfermedades.
Ubicación de los colmenares
Deberán contar con suficientes fuentes de néctar natural, mielada y polen para las abejas, así como el acceso al agua. En un radio de 3 kilómetros, las fuentes de néctar o de polen deberán ser cultivos producidos ecológicamente y/o vegetación silvestre.
Además, se deberán colocar a una distancia suficiente de las fuentes de producción no agrícola que puedan dar lugar a contaminación, como por ejemplo centros urbanos, autopistas, zonas industriales, vertederos, plantas incineradoras, etc.
ratamientos veterinarios y profilaxis
En apicultura ecológica, la profilaxis se basará en la prevención de infecciones y el fomento de la resistencia a enfermedades. Si a pesar de todas esas medidas preventivas las colmenas enfermaran o quedaran infestadas, la utilización de medicamentos veterinarios deberá ajustarse a ciertos principios, tales como uso preferente de productos fitoterapéuticos y homeopáticos, entre otros.
Comprando miel de proximidad, contribuirás a una menor cantidad de emisiones de CO2 a la atmósfera. En La Rioja, contamos con tres productores de miel ecológica que son miembros de CPAER: Campo Miel, Miel Sierra de Altuzarra y Miel Llaría.